lunes, 8 de julio de 2013

Andy Murray rompe un maleficio de 77 años y gana Wimbledon


 Foto EFE

Setenta y siete años después, un británico vuelve a coronarse campeón en Wimbledon, su nombre es Andy Murray, quien luego de muchas decepciones en La Catedral pudo imponerse este domingo al ex campeón y actual número uno del mundo Novak Djokovic por 6-4, 7-5, 6-4.


En una final donde lució visiblemente superior al primer preclasificado, el nativo de Escocia rompió la mala racha de los británicos, que no ganaban un título en la “grama sagrada” desde 1936 cuando lo hiciera Fred Perry.

Dominando con golpes precisos y cabeza fría, el número dos del mundo terminó con la hegemonía compartida de Roger Federer, Rafael Nadal y el propio Djokovic, que han ganado todos los títulos en los últimos 10 años.

Desde 2009, los ingleses aguardaban las esperanzas de un campeón local, año a partir del que Murray se citaba constantemente en las semifinales del tercer Grand Slam de la temporada.

Pero no fue hasta el año pasado cuando esos sueños fueron más tangibles cuando Murray llegó a la final en Wimbledon cayendo frente a Federer, a quien derrotó semanas después en el mismo All England Club, aunque en el escenario de los Juegos Olímpicos. Fue para ese entonces que los anglosajones empezaron a despertar.

Con una final, un título y tres semifinales en Londres, el escocés supera las actuaciones de Tim Henman, quien en los años 90 y a principios de la década pasada no pudo materializar las esperanzas de los anfitriones, que tuvieron que conformarse con verlo caer cuatro veces en semifinales contra quien posteriomente alzaba el trofeo (Sampras 1998-99; Ivanisevic 2001; y Hewitt 2002).

Henman alcanzaba las semifinales en La Catedral por primera vez desde que lo hiciera Roger Taylor en 1973, cuando también perdió ante quien a la postre fue campeón, en esa ocasión, el checo Jan Kodes.

Con esos resultados en el más tradicional de los Grand Slam, más un título en Estados Unidos y una medalla de oro olímpica, ya se puede hablar del mejor tenista británico al menos en la Era Abierta; aún quedan por superar los resultados de Perry, poseedor de ocho trofeos “grandes” y considerado en los años 30 como número uno del mundo.

Hasta este año Wimbledon era el major en el que más tiempo había transcurrido desde que un nativo se proclamara campeón, ahora lo es Australia, donde un local no gana desde 1976 cuando lo hizo Mark Edmonson, luego siguen Roland Garros, que lo ganó el francés Yannick Noah en 1983 y el Abierto de Estados Unidos, cuyo campeón local más reciente fue Andy Roddick en 2003.

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