El Suizo solo podría desplazar a Andy Murray del N°2 quedándose con el título en París
PARÍS -- "No digo que vaya a volver a ser número uno de repente, pero no escondo que es mi ambición". La firma la pone Roger Federer y enmarca una ilusión a modo de advertencia: nunca lo den por muerto.
En diálogo con el diario L'Équipe, el suizo habló de sus sensaciones y expectativas, en una temporada extraña para él, que hasta el momento no le ofreció títulos y solo lo tuvo en una final (Roma).
"Sinceramente, estoy satisfecho con el nivel de tenis que tengo a mi edad. Me
parece que está muy bien", enfatizó el hoy N°3 del mundo, en la previa de Roland
Garros, donde disputará su 54 Grand Slams consecutivo.
"Lo que puede marcar la diferencia entre un jugador mayor y uno más joven a menudo es la motivación", siguió el suizo, remarcando que con el correr de los años y de la carrera van apareciendo nuevas distracciones que desestabilizan a los deportistas.
Pero a Roger nada lo mueve del eje: "No hubo una sola ocasión en la que me haya salteado un entrenamiento. Y eso no pasará jamás".
¿El físico? "Mi cuerpo se ha acostumbrado a producir el esfuerzo exigido, lo que hace las cosas mucho más fáciles de lo que lo eran al principio", tranquilizó Federer.
Será cuestión de verlo nuevamente en acción, entonces, y que su juego, una vez más, tome la palabra.
Nota tomada de Espn.
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