Hail Bashas sobrevivió al ataque. Denunció que recibe amenazas desde hace semanas por distribuir el producto en la ciudad. El comerciante sospecha que su agresor sea Wílliam Marín, jefe del Sindicato de la Coca-Cola, quien hace dos semanas lo amenazó vía telefónica de muerte
El agredido habló con el diario La Verdad y contó, sentado en un sofá y con el brazo totalmente vendado, que cuando llegó ese martes a su establecimiento se consiguió con el tumulto de hombres vestidos con chemisse rojas con el logo de la empresa, quienes se identificaron como "trabajadores" de la refresquera.
Mortificado, el comerciante ingresó a su local. Allí le explicaron que los supuestos trabajadores llegaron de manera violenta al almacén, ubicado en la vía a Perijá, haciéndose acompañar de tres presuntos funcionarios de un cuerpo de seguridad. La algarabía obligó a Bashas a salir para apaciguar el mal humor y ver qué podía resolver para que le despejaran la zona tranquilamente.
“Hablé con los protestantes por una hora. Ellos me dijeron: ‘Queremos que dejen de distribuir las botellas de Coca-Cola que le están trayendo desde Valencia, porque nos perjudica. Nos está saboteando nuestra protesta como sindicalistas, si no lo hace aténgase a las consecuencias’”.
Justo al pasar la hora y no lograr que la furia de los sindicalistas bajara, pasó un sujeto a bordo de una motocicleta y disparó unas 12 veces contra Bashas y su establecimiento. El comerciante al escuchar la balacera se lanzó al piso y cuando se iba a levantar notó que estaba herido. “Al verme la sangre enseguida me subí a mi camioneta y salí a toda velocidad de allí”. Manejó hasta una clínica privada, donde le prestaron los primeros auxilios.
Los funcionarios de la Policía científica se acercaron al lugar del atentado para las experticias. La víctima confía en que los funcionarios identifiquen a los responsables y los detengan antes de que ocurra una desgracia peor contra su persona o sus trabajadores.
Acusaciones
Hail Bashas luego de salir del centro clínico colocó la denuncia de lo sucedido ante las autoridades de la Policía científica. Allí el comerciante señaló como responsable de lo ocurrido "a Wílliam Marín, jefe del Sindicato de la Coca-Cola. Hace dos semanas me llamó dos veces para amenazarme de muerte. No entiendo por qué arremeten en contra de mí, yo simplemente distribuyo el producto de esa empresa. Si los empleados tienen problemas ese no es mi culpa”.
“Yo no le paré a las amenazas que me hicieron por teléfono, pero ahora con esta herida de bala sí les creo y ahora temo por mi vida y la de mi familia”.
Hail Bashas, dueño de Distribuidora Kola Maracaibo.
Tomado del diario La Verdad
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